Altamar

Fue posible concretarlo gracias la generosidad de un empresario amigo que donó el terreno y construyó la casa. Sólo faltaba el Oratorio, que se hizo años después con la colaboración de muchas personas.
Más tarde comenzamos a desarrollar un proyecto de parque, que sigue avanzando sin prisa pero sin pausa.
La casa de retiros es muy agradable pero lo más impresionante es el entorno: la naturaleza en su esplendor, mezcla de pampa, mar y cielo, en una combinación que facilita el recogimiento y el encuentro con Dios.