Marangatú - La Huella

Palabras de San Josemaria dichas en la Basílica de Luján cuando visitó a la Virgen el 12 de junio de 1974.

 

nuestro padre

“Cuando me vaya, me quedaré a los pies de Santa María de Luján; ahí dejo mi corazón… Hijos míos, gracias, gracias a Dios, gracias a vosotros, y gracias a Santa María de Luján: porque he venido, y porque me iré, pero volveré; y además, me quedaré.”

 

Para toda la tierra argentina, para aquellos bosques maravillosos del Paraguay, para aquella tierra del otro lado del Plata, para vuestros hogares, para vuestros hijos, para las guitarras de vuestros hijos, y para la alegría de vuestros corazones: la bendición de Dios Omnipotente, la protección de la Madre del Cielo, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

Que sembréis la paz y la alegría por todos lados; que no digáis ninguna palabra molesta para nadie; que sepáis ir del brazo de los que no piensan como vosotros. Que no os maltratéis jamás; que seáis hermanos de todas las criaturas, sembradores de paz y alegría, y que les deis esta inquietud de acción de gracias que tú me has dado con tus palabras. Porque me has conmovido, y me haces decir otra vez al Señor: Gratias Tibi, Deus, gracias Tibi!”

“Las gracias se las damos a Dios porque para mí ha sido un goce sobrenatural y una alegría humana inmensa. Yo soy hombre como vosotros, un pobre hombre, y me remueve el alma cuando veo el afecto que tenéis, la sinceridad de vuestra vida, que procura ser cristiana, luchando. Las gracias las doy yo a Dios, Nuestro Señor; y las gracias las doy yo a los argentinos, que una vez que os conoce no se puede desear marcharse; y si hay que marcharse, no se puede desear no volver. Yo quiero volver”.